Somos las ganas de vivir,
las ganas de cruzar,
las ganas de conocer
lo que hay después del mar.
No tengo todo calculado
ni mi vida resuelta,
sólo tengo una sonrisa
y espero una de vuelta.
Yo confío en el destino
y en la marejada.
Me escapé de la rutina
para pilotear mi viaje
porque el cubo en el que vivía
se convirtió en paisaje.
Así que agarra tu maleta,
el bulto, los motetes,
el equipaje, tu valija,
la mochila con todos tus juguetes, y..
Dame la mano y vamos a darle la vuelta al mundo,
darle la vuelta al mundo,
darle la vuelta al mundo.
1 comentarios:
Todavia no se fueron y ya me hicieron llorar...
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